Gracias a nuestros pies, podemos llegar a lugares muy interesantes. Sin embargo, cuando llega la humedad del invierno, si está embarazada o si tiene un poco de exceso de peso, es posible que sufra de hinchazón de pies y tobillos con cierta regularidad.
Afortunadamente, además de descansar sus dedos de los pies, hay muchos remedios caseros efectivos para tratar los pies hinchados y dolorosos, y así poder salir y disfrutar del mundo.
Poner los pies en remojo con sal de Epsom
Las sales de Epsom hacen milagros en los pies dolorosos e hinchados. Hay muchas razones por las que los pies pueden hincharse y el dolor que los acompaña puede causar múltiples molestias. Disolver unas cuantas tazas de sal en el agua de la bañera funcionará bien para aliviar los dedos de los pies, las pantorrillas y los tobillos fatigados. Si no desea desperdiciar agua en una bañera llena, siempre puede preparar un baño de pies con sales de Epsom en un balde poco profundo con agua. Remoje sus pies durante al menos 15-20 minutos, o más tiempo si puede.
Algunos profesionales de la salud recomiendan usar sales de Epsom para la hinchazón, pero también para los pies lesionados o infectados (evite usar sal en llagas abiertas) e incluso para la artritis. Estas sales tienen un precio bastante bajo y tienen grandes beneficios potenciales para la salud general de los pies. Las sales de Epsom contienen de sulfato de magnesio que se absorbe a través de la piel, razón por la cual estas sales son tan adecuadas para reducir la hinchazón y mejorar la circulación sanguínea. ¿Un consejo adicional? También harán que sus pies huelan bien durante más tiempo y aliviarán la piel reseca.