Según las últimas estadísticas de la Asociación Americana del Corazón, el 28% de los adultos estadounidenses padecen hipertensión y corren el riesgo de sufrir un infarto, un aneurisma, un derrame cerebral o una insuficiencia renal. Aunque los medicamentos recetados son una opción para bajar la presión arterial peligrosamente alta, los efectos secundarios relacionados -incluyendo insomnio, calambres dolorosos en las piernas, mareos e incluso desmayos- no merecen la pena para muchos pacientes.
Si no te convence tomar medicamentos de por vida, consulte con su médico sobre estas estrategias eficaces para reducir la presión arterial de forma natural y segura:
1. Reduce el consumo de sodio
Los nutricionistas del Instituto Nacional del Corazón Pulmones y Sangre señalan que ciertas denominaciones -entre las que se encuentran las personas de ascendencia afroamericana, las que tienen antecedentes familiares de presión arterial elevada y las de edad avanzada- son propensas a la presión arterial sensible a la sal. Desgraciadamente, los médicos no pueden realizar pruebas para determinar la sensibilidad al sodio.
Por este motivo, reducir la sal en la dieta es esencial si se sufre de presión arterial alta. Eso significa evitar el exceso de sal en las palomitas de maíz y las verduras, así como eliminar completamente de su dieta los aperitivos procesados, las salsas preparadas y las mezclas de especies condimentadas, los aderezos para ensaladas y los alimentos enlatados que contienen niveles excesivos de sal. Aprenda a examinar detenidamente las etiquetas de los alimentos para saber exactamente la cantidad de sal que se está consumiendo en cada producto.