Las várices son una condición molesta y dolorosa que afecta a millones de personas en todo el mundo. La causa de esta afección es que las válvulas de las venas dejan de funcionar correctamente. La sangre puede entonces fluir hacia atrás en las venas, agrandándolas y causando presión e hinchazón.
Las várices pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, pero las piernas son las más comunes. Esto se debe a que hay una mayor presión en las piernas al estar de pie durante largos periodos de tiempo. Las várices pueden ser causadas por una variedad de factores. Son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y pueden transmitirse por vía genética. Como la causa principal de las várices es la presión en el cuerpo, ciertas condiciones pueden exacerbar o causar la condición. La obesidad, el embarazo y el envejecimiento pueden hacer que usted sea más susceptible a las várices.
Los síntomas de las varices incluyen dolor, hinchazón, decoloración de la piel, venas abultadas y el aspecto azulado de las venas que asoman por debajo de la piel. El tratamiento de las varices va desde el control de los síntomas hasta la eliminación total de las venas disfuncionales. La mayoría de las venas afectadas son superficiales y solo devuelven el 10% del suministro de sangre de las piernas. La mayor parte de la sangre se devuelve a través de las venas profundas. Como las várices son superficiales, hay pocos efectos secundarios a largo plazo de la eliminación quirúrgica de las venas afectadas.
He aquí 10 maneras de tratar las várices, desde elevar las piernas hasta pasar por el bisturí.
1. Elevar las Piernas
Para el tratamiento del dolor de las várices, la elevación de las piernas es una gran actividad. Las várices son causadas por una circulación inadecuada, y nivelar su cuerpo en un plano horizontal puede ayudar. Si padece las primeras fases de las várices, intente elevar las piernas después de largas caminatas y períodos de pie. Incluso actividades como ir de compras pueden provocar un estrés excesivo en las venas.