Ser cuidadosos y cautelosos con nuestra piel es algo que nos han inculcado desde la infancia. Constantemente se nos advierte de los peligros del sol y de cómo protegerla de las quemaduras, los daños solares e incluso del envejecimiento. En resumen, usar protección solar es importante. La razón más importante es que porque nos protege del cáncer de piel.
Podrías pensar que el cáncer de piel es el cáncer más fácil de detectar, porque se puede ver desde el exterior de nuestro cuerpo, ¡pero no siempre es así! Afortunadamente, podemos realizar chequeos rutinarios de nuestra piel, lo que significa que tenemos más posibilidades de detectarlo a tiempo. Los expertos recomiendan realizar una revisión exhaustiva de la piel cada tres meses.
Entonces, ¿qué buscamos cuando se trata de lunares cancerígenos? ¿No estás seguro? ¿Cuáles son los principales signos que hay que buscar a la hora de detectar lunares cancerígenos? No te preocupes, lo tenemos cubierto. Aquí tienes una lista detallada de los signos de advertencia más comunes…
Asimetría
La regla de oro para chequear los lunares cancerígenos es seguir la técnica “ABCDE”. La primera letra “A” significa asimetría. Los lunares sanos suelen ser simétricos, lo que significa que tienen el mismo tamaño (o ambos lados coincidirían si se doblaran por la mitad). Si encuentras un lunar desigual y una de sus mitades no se parece a la otra, es posible que quieras que tu médico o un dermatólogo (especialista en el estudio de la piel) lo revise.
Cosmopolitan recomienda colocar un espejo en el centro del lunar para ver si ambos lados lucen iguales. Es importante tener en cuenta que todos los lunares serán ligeramente irregulares y ninguno tendrá una forma exactamente perfecta. Usa tu mejor criterio. Sigue revisándolo, y si es claramente asimétrico, busca una opinión médica.