Aquellos que nunca han experimentado un ataque de pánico significativo, pueden tener un poco de escepticismo con respecto a la condición y sus causas, así como el impacto que pueden tener en el bienestar mental y físico de la persona afectada. Pero un gran número de estudios indican que los ataques de pánico son, de hecho, muy reales, y que traen consigo una gran amenaza a la salud física de quienes afecta.
La pregunta es, ¿cómo puedes reconocer si estás sufriendo un ataque de pánico? Y más allá de eso, es importante reconocer cuáles son los signos que te pueden ayudar a diferenciar un ataque de pánico de otra condición médica como un derrame cerebral o un infarto. Para aquellos que sufren ataques de pánico de forma regular, es crucial que aprendan a leer los signos del ataque y desarrollen una serie de pasos para sobrellevar el evento.
Dificultad para Respirar
Uno de los primeros signos de un ataque de pánico es la dificultad para respirar. Este puede tener una correlación importante con la actividad del corazón durante el ataque, debido a que el corazón suele acelerarse o experimentar fuertes palpitaciones. Si la dificultad para respirar continúa por un tiempo prolongado, puede causar un dolor de pecho significativo, lo que llevará a un ataque de pánico más intenso.
Si logras notar que un ataque de pánico está desarrollándose, intenta controlar la respiración. En vez de tomar rápidas bocanadas de aire, alarga tus respiraciones bajando su ritmo de forma consciente, tomando inhalaciones y exhalaciones largas, contando el tiempo de cada respiración. Intenta bajar el ritmo de tu mente para que coincida con el ritmo de tu respiración — lenta y profunda. Eso puede ayudar a disminuir los problemas de respiración y a calmar los síntomas del ataque de pánico.