Una de las cosas que más duele de una relación abusiva es darse cuenta de que te engañaron para entrar en ella. La mayoría de las relaciones abusivas no empiezan con un ojo morado. Lo normal es que empiecen como cualquier otra relación, o que parezcan demasiado buenas para ser verdad, pero, poco a poco, tu pareja puede empezar a culparte sutilmente de cosas que escapan a tu control, o empezar a señalar tus defectos. Esto puede evolucionar lentamente hasta convertirse en un abuso verbal, o físico, en toda regla.
El trauma sufrido en una relación abusiva aumenta gradualmente. Poco a poco te va despojando de tu valor y aleja tu sistema de apoyo, dejándote atrapado/a y miserable, incluso antes de que te des cuenta de las señales.
Independientemente de si sufres abusos emocionales, verbales o físicos, puede ser difícil comprender que alguien a quien amas, y que dice amarte, pueda victimizarte. Y a veces, tu pareja puede no darse cuenta de que lo que hace está mal.
Aquí hay 10 señales sutiles de que estás atrapado/a en una relación abusiva…
Humillación
La humillación como forma de maltrato puede empezar con sutiles provocaciones o insultos en privado y luego convertirse en gritos y avergonzamiento en público, antes de que te des cuenta. No hace falta mucho para que un/a maltratador/a se enfade por la más mínima razón y te convenza de que tú eres el/la culpable. Este tipo de humillación tiene como objetivo someterte y controlarte frente a los demás, lo que lograrán si llegan a confiar en que sus arrebatos públicos te harán sumiso/a a sus deseos y necesidades.